LAS HORAS DEL SOL


Una buena vez
los días se hicieron más largos
y las noches más cortas.
Síntoma de madurez
o la vida misma
que iba cambiando de forma,
hicieron que la realidad
tuviera otro color.
Una metáfora tal vez
del triunfo de la luz sobre la oscuridad.
Y ahí estaba
nuevamente queriendo sumergirse en la sombras,
pero había una fuerza mucho más grande que eso.
Ese mismo impulso
que había hecho de su ser
una existencia luminosa,
que llenaba de paz
al que se cruzaba en su camino.
Esa era su esencia,
aunque en ocasiones
sus más bajos instintos
le resultaban difíciles de evadir.
Ahí estaba
en medio de una disputa de fuerzas opuestas
que tiraban en direcciones diferentes
y que querían llevarse consigo el mejor botín.
Pero la luz brilló, los colores se encendieron

y las horas se llenaron del sol.

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