ELLA ES ARTE
Supo que era la indicada
apenas la vio sonreír.
Su sola presencia
podía disipar cualquier duda.
Escucharla decir una sola palabra
fue suficiente garantía
para saber con certeza
que estaba ante un ser excepcional.
Y esos labios,
la puerta de acceso a un universo
donde las palabras sobran y los besos faltan.
Sus dientes forman una muralla
que se cae cuando por sus oídos
penetra alguna frase acertada
que después su corazón se encarga de confirmar.
Sobre sus hombros cae una cascada
formada por sus ondulados cabellos
que cortinan su rostro angelical.
Y sus ojos,
la perdición de cualquier viajero
que habiendo encontrado el rumbo
busca aventurarse a mundos siempre nuevos.
Una mezcla de colores extraña,
fuera de toda regla,
lejos de cualquier patrón.
Podríamos hablar días enteros,
pero ella es el arte
que prefiero contemplar.
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